Muchas veces una idea pequeña puede transformarse en un emprendimiento novedoso, así es la historia de Capaus, una cafetería móvil en Rengo que partió con 3 amigos y una moto modificada.
Carlos, Sebastián y Paulina siempre quisieron comenzar un negocio, cada vez que se juntaban proponían emprendimientos diferentes, hasta que en unas vacaciones Carlos dio la idea de una Cafetería pero no una cualquiera, sino una móvil y con café de calidad.
“Para los 3 era un poco difícil el tema, todos profesionales, jóvenes con trabajos y compromisos, pero estábamos tan interesados en comenzar algo que al plantear la idea dimos un sí rotundo, nos encanta el café y es algo que nos acerca, siempre que nos veíamos era para un café y así comenzamos con todo esto” cuenta Paulina.
Explica que eligieron el café porque es atemporal, se consume todos los días, a cualquier hora y por cualquier razón, “para celebrar, para juntarse con amigos, para hablar de trabajo, para desayunar, tomar once, quitar el frío o muchas veces sólo por gusto, sin tener un motivo”.
Actualmente, Capaus es una cafetería móvil que funciona en una moto transformada para hacer funcionar en ella una máquina espresso, molino y accesorios. Aún no tiene un lugar fijo, en la semana está fija en Rengo y los fines de semana se instala en eventos y bazares.
Cuenta Carlos que para ellos lo más difícil de comenzar fue la inversión del equipamiento, los permisos y tramitaciones de funcionamiento, tanto municipales como sanitarias, pues al ser un servicio móvil representó un desafío grande, “al tener finalizado todo el papeleo comenzamos a ver temas de energía eléctrica, de alimentación de agua, soportes, y así muchísimos detalles técnicos que tuvimos que aprender y resolver”.
Comentan que si pudieran hacerle alguna recomendación a quienes están pensando en emprender en el mundo del café, fuera el empoderarse de toda la información posible, investigar, probar pero sobre todo atreverse, “el café en grano y sus infinitas formas de prepararse es un mundo nuevo para el chileno, está en auge y que crece de norte a sur, eso sí, deben elegir un buen café, arábico, que se sienta la calidad, ese será el motivo de volver para sus clientes”.
Por último, Carlos afirmó que aunque han tenido muchísimos planes a futuro, poco a poco han ido aterrizando algunos, pues al ser una cafetería móvil tienen ciertas limitaciones pero que esperan a corto plazo contar con un local físico y sobre todo lograr expandirse y abrir cafeterías en Temuco y Valdivia y quizá iniciarse con una marca propia de café.