El café, mucho más allá de su exquisito aroma y sabor, se ha convertido en un hábito para combatir el frío, el cansancio y la apatía, se toma como fuente de energía todas las mañanas, pero ya sea molido, en grano o soluble, lo ideal es que se conozcan ciertos tips para saber elegir cuál comprar.
1. La Etiqueta
Leyendo la etiqueta se podrá tener la información clave como el tipo de tueste. Un tueste bajo tiene mayor acidez y una pequeña parte de dulzor, el medio es más dulce y cuando es alto tiene sabores amargos, de ahí podrá elegir el preferido. Además, en la etiqueta se podrá conseguir información sobre el origen del grano, la puntuación y tipo de proceso, si fue natural, lavado o honey.
2. Tipo de envase
El envase, bolsa o envoltorio son fundamental a la hora de elegir el café, pues tomando en cuenta que el principal enemigo del café es el oxígeno y la humedad, el café debe siempre presentarse en bolsas especiales para almacenar granos, con válvula de aire que le permita al grano liberar gases, este tipo de empaque le permitirá al café estar almacenado por varios meses sin perder propiedades.
3. Elegir de grano
Aunque el café soluble resulta siempre más práctico y rápido de preparar, no hay mejor experiencia que tomar café de grano que al molerse libera aromas, aceites y se desgasifica, permitiendo el disfrute de todos sus sabores.
