Pasó el día de los enamorados y aunque muchos lo ven como un día comercial, las grandes mayorías se entregan regalos, chocolates, rosas, colapsan los restaurantes, pero dicen que sólo los realmente enamorados se dedican poemas, así lo hicieron grandes poetas que consagraron inmortales líneas al café.
La poesía siempre ha sido una forma intensa de expresar emociones y sentimientos, algunos escriben sobre amor, otros sobre amistades, desamores, pero muchos también dedican sus poemas a los placeres de la vida, es así como comenzaron a surgir los poemas donde el café era pieza fundamental.
1. Rubén Darío
“Una buena taza de su negro licor, bien preparado, contiene tantos problemas y tantos poemas como una botella de tinta”.
2. Jorge Luís Borges
“El olor del café y de los periódicos. El domingo y su tedio. La mañana y en la entrevista, página esa vana publicación de versos alegóricos de un colega feliz”.
3. Jaime Sabines Gutiérrez
“Me he tomado también tu taza de café. Ya casi no tengo azúcar, pero me acordé que a ti te gusta amargo. Sabe muy feo, como esta soledad. Como éste estar deseándote a todas horas”.
4. Honoré de Balzac
“Tan pronto como el café llega al estómago, sobreviene una conmoción general. Las ideas empiezan a moverse, las sonrisas emergen y el papel se llena, el café es su aliado y escribir deja de ser una lucha”.
5. Alexander Pope
“Café, lo que hace que los políticos sean sabios y que puedan ver a través de todas las cosas con sus ojos medio cerrados”.
Y así innumerables poetas y escritores anónimos han dejado frases dedicadas al café, demostrando que una taza de café es mucho más que una bebida caliente, el café es cultura, es historia, es misterio, es ese despertar que energiza y causando que se activen las endorfinas que brindan sensación de bienestar, muy parecida al amor.