Mucho se habla de los beneficios del café para el organismo, que es un excelente oxigenante cerebral, previene la diabetes, ayuda a controlar la presión arterial, es el mejor energizante de origen natural y muchos otros más, pero pocos conocen que dependiendo del horario y la forma de tomarlo puede o no garantizar estos beneficios.
Desde nuestros ancestros se tiene la creencia que el mejor momento para tomar café es durante la mañana, incluso antes de desayunar por la creencia que es este momento que el cuerpo necesita la estimulación que brinda la cafeína para iniciar el día.
Sin embargo múltiples estudios científicos demuestran que el cuerpo humano segrega cortisol, la hormona que activa el cuerpo y mantiene en alerta justo al despertar, por lo que en este momento no se necesita tomar café para contribuir al estado de alerta.
Lo recomendable es tomar café de 2 a 3 horas después de despertar, que es cuando el nivel del cortisol comienza a disminuir o por la tarde después del almuerzo, que es cuando el cuerpo pide reposo y se siente la necesidad de estimular el día para continuar activo.
También es importante reconocer la tolerancia individual de la cafeína, hay quienes prefieren tomarlo una sola vez al día, otros 3 y 4 tazas, es en la mayoría de los casos un gusto personal que se va convirtiendo en rutina y después en necesidad.
Aunado a esto, se debe tomar en cuenta que cada persona tiene sus altas y bajas durante el día, el ánimo, la energía y la productividad fluctúan mucho y es algo muy individual, por lo que un verdadero amante del café sabrá cuando necesita el café para continuar.
Por último, tomar en cuenta que la calidad del café siempre será directamente proporcional a los beneficios que otorga, por lo que lo más importante es contar con un buen grano para poder contar con ellos.