Para los grandes amantes y consumidores de café, la bebida más famosa es el Americano. Sin embargo, es muy común confundirlo con un café filtrado, y es porque a simple vista parecen lo mismo, pero tienen grandes diferencias.
Café Americano
El Americano es una de las preparaciones de café más famosas, se prepara con base de un espresso, más agua caliente, no hay una proporción en cuánto a la cantidad de agua a utilizar, algunos baristas lo hacen 1:1 otros 1:15, siempre dependerá de la intensidad del espresso, del toque del barista y del gusto del cliente.
Muchos creen que el americano nació en el continente que lo nombra, pero la realidad es que fue ideado en Italia durante la segunda guerra mundial, cuando los soldados estadounidenses pedían un café, el espresso les resultaba muy amargo e intenso, por lo que comenzaron a diluirlo en agua hirviendo, emergiendo así el americano.
Café Filtrado
Este café se prepara pasando agua hirviendo sobre café molido a través de un filtro, esperando que la fuerza de gravedad haga el resto, para su elaboración se pueden ocupar diferentes técnicas, desde una V60, un aeropress, filtros de papel o tela, cada uno tendrá un resultado diferente.
El café filtrado tiende a ser de menor intensidad. Sin embargo, dependerá de la cantidad de café empleada y el tamaño de la bebida que se busca, no hay receta prediseñada en cuanto a proporciones, siempre obedecerá al gusto del barista y consumidor.Podría decirse que básicamente la principal diferencia entre un americano y un filtrado será siempre la forma de prepararse, el americano parte de un espresso diluido mientras que el filtrado es agua hirviendo a través del café molido por goteo.
Finalmente, y como siempre, lo recomendable es ocupar el mejor café posible, elegir un grano de calidad, fresco y ojalá de tostión local, siempre será una forma de garantizar la calidad de la bebida.